17.1.25

Brainrot

"No hace falta probar nada a nadie"

pensaba ingenua

mientras el reloj corría en aquella tarea

saboteada

en su tardanza innecesaria y autodestructiva,

paralizante y absurda.


No había explicaciones lógicas

ni racionales

o al menos no las suficientes


para comprender

tanta falla indeseada

y suicida


Sólo había gratificación instantánea

y putrefacción de cerebros

en la yema de los dedos.


El poema quedó colgado

inconcluso

como las dosis de litio pendientes

y la vulva pulsante

y el ensayo errante

 

pero al menos estamos escribiendo.


.-.

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