Mírame, míranos, mírense
que somos todos
un mismo
Grito Callado
en medio de la plaza
El mismo humo
de los autobuses
perdidos en el tiempo;
Las pisadas intermitentes,
interminables
de los transeúntes.
Mírame, míranos, mírense
que somos todos
El mismo Pregón
del que vende vida
frente a la banca
frente a la esquina.
La igual Sombra
de los árboles
en la tarde
decadente;
Mírame, míranos, mírense
en el espejo
de los días
que silban
la ciudad perdida
entre pasos taciturnos.
Veámonos
El Uno en los ojos del Otro.
Y cuando al fin veamos,
seamos…
Uno.
.-.
Lo dicho
6.11.08
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